Día de plaza, basado en el trueque
Autor : triquis.org , Oct 04 2010 , Comentarios 0
Réne López
San Andrés CHICAHUAXTLA,Oaxaca.- El mercado de San Andrés Chicahuaxtla, que se lleva a cabo los días lunes, es una actividad de económica, con principal participación de las mujeres que lucen sus hipiles rojos, que conserva su esencia con la venta de productos regionales y su intercambio, a fin de que todos logren obtener productos de necesidad.
Este mercado mantiene aún el trueque como una forma de ayuda, donde algunas señoras intercambian sus cuajilotes por totopo, otras que venden, algunos otros productos regionales encuentran una forma para la subsistencia, pero al final el chayote, frijol molido, ocote, leña, ollas de barro, plantas medicinales y productos son parte de esta tradicional plaza.
Marcos Sandoval, encargado del centro cultural Triqui, dio a conocer que el día de plaza sobresale y es de orgullo en el poblado, porque es un encuentro de muchas mujeres que visten de huipiles rojos, vestimenta tradicional que tiene un significado propio.
Aquí se encuentran muchos poblados Triquis que realizan la venta de sus productos, perdurando así desde hace muchos siglos, pero sus cambios son notables ante la llegada de otros productos de plástico, porque ahora ya no encontramos las jícaras labradas, los trompos para los niños, la venta de lana de borrego, pieles, huaraches, y muy poco, las ollas de barro, pero si es un espacio de sociabilidad y arraigo.
Desde sus inicios, el día de plaza ha sido ruta prehispánica y durante la colonia también, ya que los arrieros fueron tomando a San Andrés Chicahuaxtla un paso obligado creando el carácter de mercado.
Este ha perdurado, ante la llegada de tiendas trasnacionales que se ha combinado pero no ha perdido su esencia, porque las mujeres siempre están vistiendo su ropa tradicional, logrando con ello que desde 1960 sea muy local, aunque la mayoría de sus habitantes sean meramente consumidores de algunos productos que han generado cambios, entre ellos los refrescos, detergentes y enlatados, además de que en la actualidad, este mercado deja una buena cantidad de basura, contaminación de carros, niños aprendiendo a consumir dulces y comprando música comercial.
Pero algunas aportaciones de esta actividad son las relaciones humanas, los productos regionales, el trueque como un factor de ayuda, el idioma trique con el que la gente se comunica y el rojo de los huipiles.
Marcos Sandoval, agregó, “no estamos en contra de los cambios que nos trae la globalización, pero lo enfrentamos con nuestros arraigo, algo que debemos trabajar en nuestros hogares a fin de que los niños conozcan nuestra cultura y tengan elementos con que seguir peleando en el futuro, plaza que seguirá viva con la llegada de comerciantes de pueblos de la región Mixteca, entre ellos, Juxtlahuaca, Putla y Tlaxiaco”.
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